Ebrard, junto con varios funcionarios del gobierno mexicano, incluida la secretaria de Seguridad Pública Rosa Icela Rodríguez, llegaron el miércoles a Washington, donde fueron recibidos en el Observatorio Naval por “una delegación estadounidense”, de acuerdo con un comunicado de la cancillería mexicana.
Durante el evento, señaló el texto, el canciller “adelantó que la prioridad para México es frenar el tráfico de armas de EE UU para reducir la capacidad de fuego de las organizaciones criminales y tener más seguridad en nuestras comunidades”.
Este jueves, se celebrará en la Casa Blanca una “reunión de trabajo” con funcionarios de ambos países, seguida de un encuentro con el Departamento de Justicia y por último una “reunión trilateral” con representantes de México, EE UU y Canadá para abordar temas de “seguridad”, subrayó el comunicado.
La visita del canciller mexicano llega dos días después de que EE UU indicara que reforzará su estrategia contra el consumo y tráfico de fentanilo, una droga producida por cárteles mexicanos a partir de precursores provenientes de China.
Durante las últimas semanas, varias voces de la Administración demócrata han opinado que México debería hacer más en el combate contra el fentanilo y el crimen organizado, mientras la oposición republicana ha ido más allá y ha pedido una intervención militar en territorio mexicano.
El encuentro también se enmarca en semanas de críticas y declaraciones cruzadas con el país vecino sobre el combate a esta droga sintética.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió que la crisis de sobredosis de opiáceos es un tema de salud pública que Estados Unidos debe resolver e incluso ha negado que en su país se fabrique fentanilo, argumentando que esta sustancia llega a Norteamérica desde Asia.
EE UU aseguró que las incautaciones de fentanilo en la frontera aumentaron un 31 % el año pasado y que se llevó ante la Justicia a casi 4.000 personas por tráfico de esta sustancia, según figuras proporcionadas por la Casa Blanca.
En su proyecto de presupuesto para 2024, Biden pidió al Congreso 46.100 millones de dólares para su estrategia contra las drogas.