Yoga, gran aliado para disminuir los niveles de ansiedad, depresión y angustia. Estos descontroles emocionales suelen bajar nuestras defensas, por lo que es más probable que nos enfermemos.
Sin embargo, existen herramientas que ayudan a retomar el control y asumir la vida de manera positiva, que al mismo tiempo refuerzan nuestro sistema inmuen, como el yoga.
Gertrudis Lazo, entrenadora, indicó que esta práctica física y mental, originaria de India, “es de alto cuidado porque nos permite entrenar el cuerpo. Esto a través de las posturas o asanas, mejorando aptitudes como la flexibilidad, mientras traemos a la mente al aquí y al ahora mediante la respiración”.
Explicó que esta filosofía de vida ayuda a las personas “a centrarse y alcanzar un punto de vista equilibrado y ecuánime frente a lo que sucede. Brinda herramientas que van generando sabiduría. Esta práctica se traslada al resto del día, fuera de la clase, y aporta paz y tranquilidad. Si algo nos altera o nos saca de nuestro centro, podemos regresar a este estado usando estas técnicas”.
Yoga sanadora
La instructora expresó que no hay limitación física o de edad que impida a las personas practicar yoga, aunque sí algunas recomendaciones en el caso de los adultos mayores.
“Quienes padecen de hipertensión no deben hacer ‘inversiones’ (posturas en las que el corazón se mantiene por encima de la cabeza), como Sirsasana. Tampoco Sarvangasana (postura sobre los hombros). Y para quienes tienen problemas de movilidad, es recomendable tomar clases privadas porque necesitan atención personalizada”, acotó.
“Recomiendo a todas las personas que se animen a la práctica del yoga porque te mantiene en un estado positivo, permite acceder a una mayor creatividad y bienestar general”, afirmó.
Agregó que la respiración controlada, las posturas del yoga y una alimentación balanceada son una tríada que ayuda a vencer la ansiedad. “Debemos cuidar lo que ingerimos, aunque no es necesario volverse vegetariano para practicar esta disciplina. Pero sí es bueno reducir al mínimo los azúcares, las grasas y el consumo de carne roja”, apuntó Lazo.