Bernal hizo esta afirmación durante un recorrido por el sector fronterizo de La Mulata, en Táchira, una zona que, aseguró, “hasta hace tres años estaba bajo el control absoluto de los paramilitares colombianos”, y que, luego de “un gran esfuerzo”, fue liberada.
Este jueves, el gobernador informó que más de 1.000 policías fueron desplegados en dos zonas del estado Táchira como parte de un operativo para “contrarrestar la violencia criminal que pretende extenderse”.
Se trata del operativo “Frontera de Paz”, para el que se desplegaron 1.350 “efectivos de seguridad ciudadana” en San Antonio y Ureña, limítrofes con el departamento colombiano de Norte de Santander, desde donde la violencia amenaza con “extenderse”, señaló el funcionario entonces.