David Marcano Duarte
*** Actualmente tiene en práctica varias estrategias en pro de reforestar el Parque Henri Pittier
Desde hace aproximadamente ocho años un grupo de personas amparadas bajo el nombre Ecoembajadores, desarrollan desde el municipio Mario Briceño Iragorry (MBI) del estado Aragua, una importante labor con un amor profundo en pro de la defensa del medio ambiente.
Su plan de acción tuvo sus inicios en el Parque Ecológico Gerardo Yépez Tamayo, conocido como “Los Apamates”, ubicado en las adyacencias de la entrada de El Límón, donde desarrollaron un valioso trabajo de recuperación de diversas áreas de la mano de su epónimo, el profesor Gerardo Yépez Tamayo, cofundador de esta organización, indicó su presidenta, Eurenys Millán.
No obstante, nació en la Escuela Básica Estadal “El Progreso”, sector Mata Seca de esa jurisdicción, bajo la sombra del proyecto “La basura es un tesoro”, momento en el que el municipio presentaba graves problemas en la recolección de basura y se asemejaba a un gran vertedero por la gran cantidad de basura que se acumulaba en islas y calles principales.
Destacó que en las mesas de trabajo efectuadas en ese momento, se detectó que la solución no era trabajar con las 7R del consumidor consciente, sino que debían hacer algo más. Fue entonces que se dieron a la tarea de recuperar espacios verdes, con la primera línea de acción en Los Apamates en 2017.
Millán explicó que en ese parque lograron sacar la totalidad de la basura que se encontraba acumulada en todas las áreas, para luego deforestarlo.
Una vez recuperado decidieron salir de allí, porque la intención no era permanecer totalmente y lo dejaron en manos de otras organizaciones análogas.
Adicionalmente, desarrollan limpiezas de playas y jornadas ambientales, como también llevan a las instituciones escolares y comunidades de la zona un libro interactivo, todo en aras de desarrollar acciones sobre el cuidado del Parque Nacional Henri Pittier y sus alrededores.
REGADO POR GOTEO
Actualmente esta organización, conformada por un equipo de voluntarios, se ocupa desde hace tres años del rescate y reforestación del principal pulmón vegetal de la entidad, constituyendo unas áreas protegidas donde han sembrado alrededor de 800 plantitas autóctonas de esa geografía local.
Sin embargo, a consecuencia de los más recientes embates antinaturales sufridos producto de incendios forestales en las adyacencias de la urbanización El Paseo Bloques y Casas, tomaron la iniciativa de poner en práctica un sistema de riego “por goteo”.
Detallaron que este plan consiste en colocar en el pie de cada planta afectada por el fuego, una botella plástica de refresco reciclada contentiva de agua, a la que hay que colocarle la tapa medio abierta, para que sólo deje salir una gota suficiente para mantenerla hidratada.
Sobre el voluntariado que se ha sumado a esta causa, Millán destacó que son cada uno de los senderistas que a diario transitan las montañas, quienes en la ida toman una o dos botellas que se encuentran dispuestas llenas de agua en el pie del cerro y al subir la colocan en las plantas identificadas con un listón blanco. Al regreso traen las que encuentren vacías y así coordinadamente se asegura que no se paralice el proceso de recuperación de los arbolitos.
Igualmente, hacen unas jornadas que ha denominado “Adopta una Planta”, que consiste en comprometer a las personas que asuman el cuidado del árbol, velando por su riego y buen estado hasta que logre recuperarse por completo.
“Hay personas que se han concientizado de manera tal que suben sus botellitas, riegan las plantas y hablan con ellas, hasta le tienen nombres”, resaltó emocionada.
En este sentido, destacó que viendo esas acciones hace ver que aún hay esperanza en la humanidad, “porque, así como hay personas que incendian el parque, otras hacen lo propio por cuidarlo”.
Bajo este esquema de riego por goteo y el plan adopta una planta, prevén recuperar aproximadamente 150, de un total de 800 plantadas en tres años, estos árboles son donados con la empresa Compañía Nacional de Reforestación (Conare), bajo la supervisión y asesoría de Inparques, que además los han capacitado en materia ambiental.
Extendió la invitación al resto de las instituciones ambientalistas que hace vida en la entidad y a la colectividad aragüeña, para que se sumen a esta loable labor. “Esto es un trabajo muy bonito llamado a sumar más voluntades”, acotó.
