El detector de humo puede marcar la diferencia entre llevarse un pequeño susto y vivir una tragedia irremediable.
Las situaciones de riesgo están presentes en todas partes, incluso en casa, que es “nuestro lugar seguro” pueden ocurrir accidentes.
Los incendios son una de las tantas posibilidades, ya sea por una hornilla encendida olvidada, un cigarrillo o vela sin apagar o algún desperfecto eléctrico que termina en tragedia.
Sea cual sea la causa, lo más importante es actuar a tiempo, pero estos hechos suelen suceder cuando los habitantes del hogar están descuidados.
Sin embargo, pueden evitarse haciendo uso del detector de humo, un aparato colocado en el techo de la casa que emite una alarma al detectar indicios de un incendio.
Duerme sin preocupaciones
Los incendios más lamentables ocurren cuando todos están dormidos y al despertar ya es demasiado tarde.
Tener un detector de humo permitirá que la alarma se active ante cualquier anomalía así tendrás tiempo de solicitar ayuda si es necesario.
Los descuidos humanos son comunes
Muchas catástrofes inician en la cocina mientras se prepara el almuerzo, y seguramente nadie piensa “hoy voy a cocinar y a dejar la cocina en llamas”, pero sucede.
Así que tener un detector cerca de esta área es una recomendación hecha por muchos conocedores del tema.
Alarmas aun cuando estés fuera de casa
El mayor miedo al salir de casa es que ocurra algún accidente mientras no estamos, un buen sistema contra incendios puede brindarte tranquilidad.
Aun cuando estés fuera este seguirá funcionando para alarmar a quienes se encuentren cerca.