Sumar vitaminas y nutrientes resulta clave para llevar beneficios a la salud integral. Y eso no solo se logra con una alimentación correcta, sino con algunos cambios hábitos. En especial si se trata de la regeneración de los músculos y protección de los huesos.
El tejido muscular es fundamental dentro del organismo porque facilita el movimiento del esqueleto y los órganos internos, como así también del corazón.
Explican los especialistas que la masa muscular actúa como un importante estabilizador de la posición corporal y también regula el equilibrio, manteniendo una postura corporal erguida. De ahí la importancia de su cuidado. Y una vitamina aparece en primer plano.
Beneficios de la Vitamina D para la masa muscular
El cuidado de la masa muscular es vital, ya que se puede ver alterado por distintas circunstancias tales como el ejercicio físico o una dieta poco saludable.
“La vitamina D es liposoluble, lo que significa que se almacenan en el tejido graso del cuerpo y en el hígado. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio, un mineral indispensable para la formación de los huesos”, resume Medline, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
La exposición de la piel a los rayos genera vitamina D, esencial para muchas funciones corporales, entre ellas proporciona mayor fuerza y masa muscular.
Como contrapunto, la insuficiencia de vitamina D contribuye a la falta de coordinación y a la disminución de fuerza muscular, coordinación y fortaleza.
Cómo obtener vitamina D
La producción de vitamina D sólo es posible con una radiación UVB suficientemente intensa.
Por caso, la exposición solar diaria es otro elemento fundamental, ya que la piel produce vitamina D si se toma el sol. Pero hay que prestar atención a otras consecuencias, y si la persona está dispuesta a obtener más vitamina D de forma natural, asegurarse de proteger bien la piel.
Un dato a tener en cuenta, afirman los médicos y nutricionistas, la vitamina D no es una vitamina. Es que po definición son nutrientes esenciales que no pueden ser producidos por el cuerpo y, por lo tanto, deben ser suministrados en la dieta.
En el caso de la vitamina D, el cuerpo puede producir hasta un 95% de la necesaria de forma autónoma, siempre que se exponga la piel de forma regular a los rayos UVB.
Los alimentos contienen tan poca cantidad de vitamina D que no es posible ingerirla en la cantidad necesaria, a no ser que consumamos un quilo de pescado azul todos los días.
“Las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras de la vitamina D contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales”, suma Mayo Clinic, líder mundial de atención médica, investigación y educación.
Qué alimentos tienen vitamina D
Pescados grasos como el salmón, el atún o la caballa contienen grandes fuentes de vitamina D
Hígado vacuno, queso o la yema de los huevos, aunque en cantidades menos significativas
Leche fortificada
Suplementos de vitamina D: ¿efectos secundarios
Tomada en dosis adecuadas, la vitamina D se suele considerar segura. Sin embargo, el exceso de vitamina D en suplementos puede resultar perjudicial para la salud.
A continuación, se enumeran algunas de los efectos adversos:
Náuseas y vómitos
Poco apetito y pérdida de peso
Estreñimiento
Debilidad
Confusión y desorientación
Problemas con el ritmo cardíaco
Cálculos y daño renal
