La lengua agrietada o fisurada, más que crear un aspecto diferente en la superficie lingual, no genera ningún problema a quien lo padece. Es una anomalía benigna que causa un surco profundo en el medio de la lengua y pequeñas fisuras en la superficie, dándole un aspecto rugoso.
Según la Academia Americana de Medicina Oral, suele presentarse mayormente en pacientes masculinos y de edad avanzada. Pero también suele asociarse a factores hereditarios o síntomas asociados a algunas enfermedades, por lo que su revisión debe ser realizado para un buen diagnóstico.
La longitud y profundidad de las grietas puede variar según cada caso, pero suelen oscilar entre 2 a 6 milímetros. Estas grietas pueden estar conectadas entre si, haciendo lucir la lengua de lóbulos separados.
Aunque no es doloroso, sí puede presentar inflamación, halitosis, mayor sensibilidad a ciertos sabores y sustancias.
Causas más comunes de la lengua fisurada
Su principal característica es la superficie lingual arrugada, debido a las fisuras o rajaduras que presenta. Además de la halitosis e inflamación, también se puede presentar con molestias, ardor y candidiasis, cuando no hay una buena higiene bucal.
Aunque se dice que puede estar causada por factores genéticos o hereditarios, aun no está determinada a ciencias ciertas su origen. Esta puede ser congénita estando presente desde el momento del nacimiento, como aparecer a lo largo de la vida del paciente que lo padece.
Como mencionamos anteriormente, tener la lengua agrietada puede ser signo de otras enfermedades o condiciones como el síndrome de Down o síndrome de Melkersson-Rosenthal. También, psoriasis, diabetes mellitus, deficiencia de vitamina B, bruxismo, estrés, ansiedad, reacciones alérgicas a alimentos o medicamento y consumo de alcohol o tabaco.
Tratamientos
La visita al odontólogo cada 6 meses será prioritario para que el doctor pueda llevar un seguimiento de las gritas. De este modo la mantendrá sana, funcional y evitará futuras complicaciones asociadas.
Además del chequeo médico, deberán llevar las siguientes prácticas en casa:
– Higiene bucodental extrema.
– Reducir el consumo de alimentos irritantes.
– Evitar el tabaco y el alcohol.