En la actualidad somos conscientes de la importancia que tiene el consumo de frutas y verduras en nuestra alimentación diaria.
Está recomendada la ingesta de cinco porciones al día de estos alimentos, ya que nos proporcionan nutrientes esenciales que nuestro organismo necesita para realizar diversos tipos de funciones y que, sin estos nutrientes, podríamos sufrir una gran variedad de enfermedades y alteraciones en nuestro cuerpo.
Pero, además de la importancia del consumo de frutas y verduras de manera diaria, también podemos aprovechar otra parte de estos productos que al principio pueden parecer poco útiles y que tiramos a la basura sin pensar.
Seguramente has oído alguna vez que, si es posible, es mejor comer la piel de las frutas y las verduras porque también contiene propiedades, en vez de desecharla.
Pero hay ciertos casos, como la naranja, el kiwi, el plátano o la granada, que no es posible. Aun así, también puedes aprovechar la piel de esta última para ayudar a tu organismo.
Pero no solo el consumo de las semillas que contiene es bueno para la salud. Su cáscara, siempre desechada, también contiene propiedades que benefician a nuestro bienestar.
Propiedades curativas de la cáscara de granada
Al igual que las semillas que tiene en su interior, la cáscara de la granada también tiene grandes propiedades medicinales, como las siguientes:
Propiedades antiinflamatorias y antibacterianas: Por lo que su uso es muy común para ayudar a combatir enfermedades como la artritis y artrosis, o patologías más agudas como un catarro o una gripe, aliviando algunos síntomas como la tos o la inflamación de garganta.
Aumenta las defensas: La cáscara de la granada también tiene la capacidad de mejorar nuestro sistema inmunitario, por lo que es muy recomendable su consumo, sobre todo si estamos enfermos.
La granada es especialmente densa en vitamina C y esto es una gran ventaja porque ayuda a estimular el sistema inmunológico. La vitamina C no solo es un poderoso antioxidante, sino que también es un estimulante de la diferenciación inmune.
El consumo de vitamina C promueve la diferenciación celular hacia la formación de nuevos anticuerpos como los linfocitos T y los glóbulos blancos. Asimismo, ha demostrado ser muy eficaz para mejorar la función protectora y de defensa de los anticuerpos ya formados.
Así, el consumo de granada se relaciona con un organismo protegido y un menor riesgo a sufrir de infecciones o virosis.
Propiedades antioxidantes: Hay que añadir, como en el caso de su contenido, su alta concentración de antioxidantes en la cáscara. Estos ayudan a mantener una piel bien hidratada, con menos tendencia a agrietarse y a envejecer.
Ayuda a absorber el calcio: Por otro lado, hay que mencionar que la cáscara de granada ayuda en la absorción del calcio, por lo que nuestros huesos se ven beneficiados.
Alivia la diarrea: También es muy importante tener en cuenta sus grandes beneficios cuando padecemos diarrea, ya que ayuda a cortarla y a mejorar nuestro tránsito intestinal.
Encontrarás más información en este otro artículo sobre Cuáles son las propiedades de la granada.
Cómo preparar la cáscara de granada para su consumo
Aunque parezca complicado preparar la cáscara para consumirla, es muy sencillo. Hay dos formas para poder beneficiarte de sus propiedades medicinales: en té y en polvo.
Té de granada
En primer lugar, puedes prepararte un té de cáscara de granada.
Primero, lava bien la cáscara e introdúcela en un cazo con 300 ml de agua.
Pon el agua a hervir, manteniéndolo durante 10 minutos.
Cuando hayan pasado, apaga el fuego, espera que repose un poco y utiliza un colador para que no haya ningún trozo de cáscara en el té.
Para conseguir un sabor agradable, te recomendamos que uses un chorrito de zumo de naranja o de las propias semillas de granada o incluso un poco de miel. Puedes tomar esta infusión una vez al día, mejor por la noche.
Cómo secar la cáscara de granada
Otra forma, para no consumir directamente la cáscara, sino poder usarla de manera tópica para la piel, añadiéndola a tus cremas o a tus geles exfoliantes o mascarillas hechas en casa, es desecarla.
Pon a secar la cáscara de granada en un lugar seguro, donde le dé ligeramente el sol, pero tampoco demasiado, sino podrían perderse sus propiedades. Cuando haya perdido todo el agua, debes machacarla en un mortero hasta que obtengas un polvo muy fino.
Después puedes incorporarla a tus cosméticos o a la preparación de las mascarillas caseras.
Pon siempre una pizca, para que se mantengan también las propiedades del producto al que lo añades.
¿Propiedades contra el cáncer?
Un estudio publicado en 2017 señala que el extracto de cáscara de granada tiene buenos resultados en el tratamiento del cáncer de próstata, pues este ingrediente natural ayuda a aniquilar las células cancerosas.
En el caso del cáncer de colon, mama y bucal, la granada tiene propiedades que combaten esta enfermedad, ya que frena la propagación del cáncer.