El tomate ha recorrido un largo camino desde las antiguas civilizaciones aztecas, hasta convertirse en un elemento omnipresente en las cocinas.
Aunque muchos creen que es verdura, en realidad es una fruta de la familia de las solanáceas. Está catalogado como uno de los ingredientes más populares y versátiles para preparar diversos platos.
Es un alimento con escasa cantidad de calorías. De hecho, 100 gramos de tomate aportan solamente 18 kcal. La mayor parte de su peso es agua y de segundo los hidratos de carbono.
Contiene azúcares simples que le confieren un ligero sabor dulce y algunos ácidos orgánicos que le otorgan el sabor ácido característico. También posee una fuente importante de ciertos minerales (como el potasio y el magnesio). De su contenido en vitaminas se destacan la B1, B2, B5 y la vitamina C.
Valores nutritivos
Tiene abundante caroneto (precurso de la vitamina A) y vitamina C. Además, contiene un 1% de proteínas, un 3% de hidratos de carbono y un 94% de agua, un 0,2% de grasa, algo más que 1% de fibra y un 0,6% de minerales. Al ser bajo en sodio es recomendado en la dieta de personas con hipertensión arterial.
Por sus múltiples propiedades, el tomate es recomendado para el organismo.
Salud & tomate
La asimilación por el organismo depende del tipo de producto que se consuma. El plasma sanguíneo absorbe mejor el licopeno cuando éste procede de productos elaborados a altas temperaturas que cuando se ingiere una cantidad equivalente de tomates frescos.
Del mismo modo, la biodisponibilidad del licopeno procedente del jugo de tomate procesado con calor, es mayor que la del jugo de tomate crudo.
Beneficios
Protege frente a enfermedades cardiovasculares
Reduce el riesgo de padecer diabetes, sordera y alzhéimer
Ayuda a los huesos
Mejora la flexibilidad de los vasos sanguíneos
Reduce el colesterol
Mejora la visión
El jugo de tomate es utilizado para curar quemaduras
