La renovación de la licencia del gobierno estadounidense a la empresa Chevron para sus operaciones en Venezuela, la próxima semana, no está en riesgo a pesar del escándalo de corrupción que ha salpicado a la estatal petrolera del país suramericano y del congelamiento de las negociaciones de México, coinciden expertos.
La petrolera Chevron Corporation recibió a finales de noviembre del año pasado de parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos una licencia que la autorizó a reanudar operaciones limitadas de extracción del petrolero venezolano por los siguientes seis meses.
Un comunicado y declaraciones de funcionarios del gobierno estadounidense indicaron que esa acción buscaba “proporcionar un alivio de sanciones específicas” como parte de una política a favor del diálogo político entre el gobierno venezolano y sus opositores.
Ese permiso ha permitido a Chevron enviar crudo venezolano a las refinerías de la costa del golfo de México. Su producción en las empresas mixtas llegó en enero a 90.000 barriles por día, un aumento de 80 % en comparación con noviembre, informó Bloomberg.
Esa licencia vence el 25 de este mes, es decir, la próxima semana. Las discusiones sobre su renovación o no y los términos de las operaciones de Chevron en Venezuela ocurren en un contexto de escándalo de corupción milmillonaria de su socia, la estatal petrolera Pdvsa, reseña Voz de América.