|| Rodolfo Gamarra / Foto: Cortesía
El presidente del Colegio de Profesores del estado Aragua resaltó que las infraestructuras escolares tienen fallas como daños en paredes, pisos y techos
Luego del trágico hecho ocurrido a principios de este mes, en el que dos niños cayeron desde una azotea de un colegio en Caracas, donde uno perdió la vida y otro resultó con lesiones de gravedad, son muchas las consideraciones que hay que tomar por parte del Estado, las instituciones educativas y la comunidad en general, para que estas situaciones no se repitan.
Lo ocurrido ha hecho virar la atención hacia los sistemas de seguridad de las instituciones escolares, especialmente en las que se trabaja con niños.
Richard Rivas, presidente del Colegio de Profesores del estado Aragua, explicó que las normas de seguridad, tanto en instituciones públicas, como privadas, las dicta el cuerpo directivo cuando señala las funciones del personal en la institución.
De acuerdo con esto, el docente asumirá la responsabilidad de sus alumnos dentro de las áreas de la institución durante el período de clases.
Señaló que desde el punto de vista objetivo, “no existe una visión clara de lo que el docente puede asumir cuando se encuentra en el aula”.
Resaltó que la institución, a través de su directiva, debe garantizar las condiciones de seguridad para que los docentes desarrollen sus actividades con seguridad, además de la responsabilidad nacional.
“El Estado debe garantizar la seguridad, por lo que tiene que nombrar al Delegado de Seguridad e Higiene, quien debe velar por la existencia de las condiciones mínimas de seguridad, evaluadas por el cuerpo de bomberos dentro de la institución, tanto pública como privada”.
Rivas fue más allá, al aseverar que si se hiciera una evaluación en las instituciones públicas, “habría que cerrar al menos 50% de los planteles”, por no tener las condiciones mínimas de seguridad.
Enumeró aspectos fundamentales como tomas de corriente defectuosas, filtraciones, daños en las estructuras y fallas en techos, pisos y paredes.
