|| David Marcano Duarte
El medico oncólogo Michele Russo indicó que es importante que las mujeres conozcan los factores de riesgo como plan de acción
Postergar la maternidad, la obesidad, el sedentarismo, los cambios en la alimentación y algunos hábitos cotidianos de la vida moderna, son consideradas las principales causas del cáncer de mama en mujeres menores de 45 años, según revelan estudios científicos en varios países.
Expertos resaltan la importancia de que las féminas estén bien informadas, sobre todo con la detección precoz y a los controles de rutina para tenerlo sitiado.
Esta enfermedad es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres de países desarrollados y en vías de desarrollo, lo que corresponde a 21% de las muertes por tumores malignos.
Michele Russo, médico oncólogo de la Sociedad Anticancerosa del estado Aragua (SAEA), explicó que este tipo de carcinoma es un tema controversial en mujeres jóvenes, debido a que no se cuenta con una definición única en cuanto a la edad.
“El cáncer de mama es una patología que se diagnostica mayormente a partir de los 50 años, presentándose con dos picos de mayor incidencia: uno a los 45 años y otro alrededor de los 71. Pero, desde hace tiempo, colegas y pacientes sostienen que cada vez se diagnostican más casos en mujeres jóvenes”, señaló.
CIFRAS EN ASCENSO
El galeno destacó que los casos por cáncer de mama actualmente están en ascenso a escala mundial, es por ello que, a solicitud de la Organización Mundial de la Salud, aprovechan el llamado “Mes Rosa” para alertar, concientizar y difundir toda la información necesaria para evitar este tipo de patologías.
Indicó que, según las últimas estadísticas reportadas por el Ministerio de Salud y publicadas en el año 2021, para esa fecha el cáncer era la segunda causa de muerte en la nación, sólo era superada por patologías cardiovasculares.
“Hablamos de 27.000 muertes en 2016 por problemas cardiovasculares y 23.000 por cáncer. Revisando se lee que el primer lugar lo ocupa el cáncer de pulmón, segundo el de cuello uterino y tercero el de mama”.
En cifras actuales, Russo indicó que, según estadísticas de la SAEA, entre las primeras atenciones de cáncer, la principal es el de mama, que ocupa 45% de las pacientes. Le sigue el cáncer de cuello uterino con 20%, “lo que demuestra que viene experimentando un crecimiento en números”.
LA PREVENCIÓN
En cuanto a un método preventivo para el cáncer de mama en la población joven, el oncólogo señaló que aún existen expertos que señalan que la primera mamografía debe hacerse a los 40 años.
No obstante, enfatizó que en mujeres menores de 35 años la cifra va en aumento, con una frecuencia de 12% a 15% en todos los casos. “Por lo que se tomó la decisión de bajar la edad para la primera revisión mamaria”.
Agregó que, si bien los antecedentes familiares de cáncer de mama u ovario suelen ser factores de riesgo muy importantes, el factor genético o hereditario no es el más frecuente, ya que representa sólo 15% de todos los cáncer de mama diagnosticados.
En ese sentido, advirtió que tratar de hablar de las causas del cáncer no es fácil, mucho menos en la zona de las mamas.
“Aún no se sabe con certeza qué origina el cáncer de mama, pero sí se conocen cuáles son los factores de riesgo que aumentan su probabilidad”, agregó.
Entre los riesgos conocidos mencionó el nivel de estrés, factores ambientales y de alimentación; así como el uso de conservantes, estabilizantes, edulcorantes, alimentos con alto contenido de grasas y azúcares.
“La ingesta de alcohol y otras sustancias nocivas generan un impacto a nivel genético del círculo de sucesos involucrados en la carcinogénesis”, explicó.
Agregó que existen también muchos compuestos químicos presentes en cosméticos, plásticos, insecticidas, detergentes, pesticidas, resinas, envases y otros productos de uso cotidiano que contaminan el medioambiente.
“Los llamados disruptores hormonales, como parabenos, los bifenilos, los organoclorados, las diosminas, entre otros, se acumulan en la grasa pudiendo estar relacionados con el aumento del cáncer de mama”, dijo.
Detalló que estas sustancias tóxicas actúan modificando genes, lo que da paso a la epigenética, causante del aumento de la incidencia de cáncer.
“Muchas están presentes en lo que comemos, bebemos, vestimos y respiramos. Llevar una vida lo más saludable posible es la mejor manera de protegerse”, recomendó.
Insistió en recomendar el autoexamen, considerado una herramienta útil que permite un mejor conocimiento de las mamas. “Contribuye al diagnóstico, ya que un gran porcentaje de los casos llegan a la consulta por la palpación de un bulto”, señaló.
