¿Tienes una olla de presión nueva y quieres usarlas? Ante que comiences a preparar tus guisos o platos se recomienda “curar” la olla.
Este término de curar se aplica en las sartenes y ollas nuevas especialmente las fabricadas en acero inoxidable o hierro.
Pero, ¿por qué se curan? El fin de usar esta técnica es primero que nada eliminar cualquier residuo que pueda traer adherido de fábrica que puede ser perjudicial para la salud.
Cómo curar una olla de presión
Esta olla es muy útil en la cocina, te ayuda a preparar los alimentos de manera rápida y fácil.
Pero, antes procede a curarla de forma segura. Toma nota de estos sencillos pasos.
Mantequilla y vinagre para “curar”
Lava y seca muy bien la olla de presión, llena 2/3 de agua y agregue la mantequilla, el vinagre y la cebolla. Tapa y deja cocinar por 45 minutos a fuego bajo.
Luego libera la presión, después de esto destapa y lávala con agua y jabón. Estará lista para usarse.
Vinagre
Lava primero con agua y jabón, luego seca muy bien. Llena casi 2/3 o un poco menos de su capacidad con agua. Agrega una aza de vinagre blanco, tapa y deja hervir.
Finalmente retira la válvula para que escape todo el vapor, deja que salga todo y una vez que sea el momento retira la tapa y vuele a enjuagar.
Cómo usar de manera segura la olla
1 Cuando note que el vapor está saliendo con fuerza, baje la llama al mínimo.
2 No abra la tapa hasta estar completamente segura que no tiene presión dentro de la olla.
3 Nunca llene la olla hasta el tope, la mayoría de ellas tienen marcas internas de llenado, procure que sus alimentos no rebasen más de las tres cuartas partes de su capacidad.
4 Para un mayor ahorro de energía, en el momento que la olla alcance su punto máximo de presión, baje el fuego.
5 Cuando se cocinen alimentos con tendencia a hincharse o que produzcan mucha espuma, es mejor llenar la olla sólo hasta la mitad, para evitar que la válvula se obstruya.
6 Verifique que la válvula de seguridad se encuentre limpia y en buen estado de manera que permita salir del vapor correctamente.
