Una piel deshidratada es una piel con falta de agua. Esto puede afectar a todos los tipos de piel, incluida la piel mixta o grasa; por lo que es indispensable aprender a identificar las señales y así poder atenderla cuanto antes.
Ya que cuando no bebes suficiente agua, el colágeno comienza a agrietarse, lo que provoca que las arrugas y líneas de expresión se noten mucho más.
Muchos son los factores externos que pueden causar la deshidratación, como, temperaturas externas, aplicación de cosméticos agresivos, o ingesta de algunos medicamentos.
También puede ser provocada por estrés, exposición prolongada al sol, falta de humedad en el ambiente, entre otros.
Si tu piel es grasa y presenta señales de deshidratación es importante ayudarla con una crema hidratante, mejor si es específica para este tipo de piel, pues ayuda a la barrera hidrolipídica su nivel óptimo de hidratación.
Pero, si tu piel es seca, existe más predisposición a presentarse deshidratada y, por ello, necesita una crema que le aporte una hidratación completa. Por ejemplo, incluye en tu rutina de belleza el aceite de argán.
No obstante, si tu piel es normal, hay muchas opciones disponibles de cremas hidratantes en el mercado. Pero, la recomendación es que busques un extra de hidratación en tu crema, y además, utilices protección solar.
