Acudir al ginecólogo para realizarte un chequeo de rutina al menos una vez al año te ayudará a prevenir y tratar afecciones.
Es de conocimiento público la importancia de visitar al menos una vez al año al ginecólogo para realizar una revisión de rutina.
De esta manera el especialista puede tratar y prevenir cualquier afección, sin embargo, ya sea por pena, falta de tiempo o cualquier otra excusa, muchas mujeres lo postergan.
Es necesario aclarar que la recomendación no es solo para las féminas embarazadas o con una vida sexual activa.
Médicos coinciden en que la consulta ginecológica puede realizarse desde de los trece años de edad o a partir de que ocurra la primera menstruación.
Ir al ginecólogo para conocer tu cuerpo
La mujer a lo largo de su vida atraviesa por distintos procesos hormonales que afectan su fisiología, morfología e incluso su estado de ánimo.
Con un seguimiento y tratamiento adecuado en cada una de estas etapas tu calidad de vida puede mejorar significativamente.
En el Hospital de Clínicas Ceciamb y Clínica Razetti la Dra. Angie Valbuena, ginecólogo y obstetra está lista para atenderte.
Control de la menstruación
En ocasiones la menstruación suele estar acompañada de dolores abdominales, contracciones o sangrado demasiado abundante. Un profesional de la salud podría ayudarte a aliviar estos síntomas.
Vida sexual activa
Las mujeres que han iniciado su vida sexual deben realizarse un chequeo ginecológico ya que además de evitar o tratar afecciones, junto al especialista encontraran el método anticonceptivo que mejor se adapte a su estilo de vida.
También, recibirán la orientación necesaria sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Además, es importante que se realice el papanicolaou de manera anual, pues mediante este examen se detectan posibles células cancerígenas.
Planificación familiar
Lo ideal es que, si deseas tener un bebé acudas a consulta, de esta manera conocerás los métodos de fertilidad, días de mayor probabilidad de embarazo y tendrás orientación en esta nueva etapa.
¡Presta atención a tu cuerpo! Si notas algún bulto, anomalía, molestias al orinar o mal olor en tu zona genital es momento de ir a chequearte.
