Ejercitar la memoria es un hábito que se debe adoptar por el bienestar físico y psicológico de las personas.
Es decir, es imprescindible mantener el cerebro activo, pues está involucrado en todo lo que hacemos y, como cualquier otra parte del cuerpo, también debe cuidarse.
Para ello no solo es necesario una buena alimentación, sino también realizar algunos ejercicios que permitan mejorar la memoria, la concentración y la funcionalidad.
¿Quiénes deben ejercitar la memoria?
Las personas de cualquier edad deberían ejercitar la memoria porque estos tienen muchos beneficios especialmente a medida que se envejece porque el cerebro sufre distintos cambios que en ocasiones incide directamente sobre la memoria.
En este sentido, es clave que desde siempre se entrene la memoria con el fin de prevenir o frenar su deterioro.
¿Por qué hacerlo?
Los ejercicios para la memoria tienen por objeto estimular distintos tipos de funciones cognitivas (memoria, atención, percepción, concentración, función ejecutiva, etc.).
Entrenar la memoria ayudará a mejorar tu vida en diferentes aspectos y lo mejor de todo es que no necesitas de técnicas milenarias, aprender cosas científicas, ni nada por el estilo.
Debes tener en cuenta que existen miles de maneras de ejercitar la memoria y va desde lo más sencillo como leer, armar un rompecabezas, conversar con sus seres queridos, etc.
¿Qué hacer?
– Planificar actividades en una agenda.
– Conversar con diferentes personas y de diferentes edades.
– Cantar, escuchar música y hasta bailar.
– Leer todos los días, aunque sea el periódico.
– Dedicarse un rato a juegos de mesa: rompecabezas, memorias, ludo, entre otros.
– Entrenar la memoria visual, por ejemplo, abrir una revista y observar varias fotos, luego cerrar y tratar de recordar que fue lo que viste.
– Resolver crucigramas, sudokus, pasatiempos.
– Aprender un idioma nuevo, a tocar un instrumento musical o un baile nuevo.
– Dormir, aunque no lo creas, durante el descanso el cerebro y la memoria se ejercitan porque tratan de recordar y hasta afianzar lo aprendido durante las horas que te mantienes despierto.
– Evitar el sedentarismo.
– Ingerir alimentos que beneficien el cerebro y su funcionamiento.
Con información de Diario 2001
