La panda gigante hembra de 25 años, Mei Xiang, el macho de 26 años, Tian Tian, llegaron al zoológico en 2000, en virtud de un acuerdo de investigación con la Asociación de Conservación de la Vida Silvestre de China. En un principio, el tratado estipulaba que la estadía sería de 10 años, pero el acuerdo se renovó tres veces desde 2010. En 2020, la pareja tuvo a Xiao Qi Ji.
Tras la partida de estos tres ejemplares, en todo el país solo quedarán pandas en el zoológico de Atlanta (Georgia). No obstante, estos también tienen fecha de partida: los más jóvenes, los gemelos Ya Lun y Xi Lun, de 6 años, serán devueltos al gigante asiático a comienzos de 2024, y sus padres, Lun Lun y Yang Yang, permanecerán en el país norteamericano hasta finales de ese año.
Hasta ahora, no se han renovado ninguno de los contratos. Y si bien, tanto el gigante asiático como EEUU niegan que se trate de una decisión política, Pekín ha utilizado a los pandas a lo largo de su historia como señal de paz. En 1972, poco después de la histórica visita del entonces presidente estadounidense Richard Nixon a China, un paso importante para normalizar las relaciones entre ambos países, el exprimer ministro chino, Zhou Enlai, donó a Washington los primeros dos pandas.
Sin embargo, las dos partes dejan abierta la posibilidad de renovar los contratos, o de que China envíe al país norteamericano otros pandas, informó la portavoz de la Embajada de Pekín en Washington, Liu Pengyu, quien dijo que existe una comunicación “sobre la futura colaboración en la conservación e investigación del panda gigante”.
Con información de El Universal