La sorpresiva suspensión de operaciones de la aerolínea de bajo costo Viva Air desató el martes una crisis en los aeropuertos de las principales ciudades de Colombia donde miles de personas quedaron a la deriva, situación que se extendió al vecino Perú.
Viva Air, creada en 2009, afronta una crisis financiera grave y tomó la decisión de suspender sus operaciones nacionales e internacionales tras el rechazo de las autoridades a su petición de integración con Avianca para sortear su crisis financiera.
Según Viva, la demora de las autoridades aeronáuticas en tomar una decisión la ha llevado a presentar numerosas evidencias al gobierno colombiano para demostrar que “se encuentra en una situación financiera crítica” y la única forma en la que podía seguir volando es la integración que reclama.
La compañía tiene 35 rutas internas y vuelos a Argentina, Perú, Brasil, México y República Dominicana.
La suspensión de operaciones tomó por sorpresa a los pasajeros, muchos de ellos extranjeros, que esperaban sus vuelos con Viva Air, lo que derivó en protestas y agresiones verbales en los aeropuertos El Dorado, de Bogotá; José María Córdova, de Medellín; Ernesto Cortissoz, de Barranquilla, y Rafael Núñez, de Cartagena, principalmente.