El presidente de Colombia señaló que, afortunadamente, “algún asesor de Trump, no conocemos ese pedazo de la historia, lo asesoró bien e impidió a esa barbaridad, pero hubiéramos tenido hace unos años una situación como la que ustedes tienen aquí”, y apuntó que “lo que sí quedó de eso fue el cierre de la frontera, que es nuestra más grande frontera y una situación de polarización intensa entre los dos gobiernos”.
Gustavo Petro recordó que cuando llegaron al Gobierno “recuperamos la frontera, la abrimos, hay un paso de un lado al otro, pero Venezuela está bloqueada, sancionada”. Y consideró que esas sanciones contra Venezuela privaron a los venezolanos de poder vivir en su país.
“Les congelaron sus fondos, no les compraron el petróleo”, dijo y “el venezolano del día a la noche, de vivir bien” pasaron a la pobreza, ya que era “una economía de puerto, importaba todo lo que querían del mundo”.
En opinión del mandatario, el venezolano pasó “a no tener un plato de comida al otro día, porque no había comida en Venezuela producida sino importada” y todo eso se tradujo “en un éxodo que nosotros recibimos en primera instancia, tres millones, aunque ese número aún no se sabe”.
Petro explicó que “ese es el efecto de la sanción, millones de personas condenadas a la miseria, al hambre literalmente y esos millones de personas que van cogiendo una carretera caminando con sus familias”.
“Yo no puedo resolverlo, porque es una decisión política más global”, admitió el presidente de Colombia, y añadió que “intentamos una conferencia en Bogotá ahora y llegaron 20 países, muchos europeos, latinoamericano, los Estados Unidos y se estableció una posible solución que es andar como en un riel”.
El plan, afirmó, “es por un carril ir levantando sanciones paulatinamente y por el otro ir adelantando un cronograma electoral con garantías”. “Ahora tenemos que ir a ver si es posible”, concluyó.