Los dientes de leche varían en función del desarrollo de cada infante, y cuando van mudando es una nueva etapa para el bebé.
El rango de edades es muy variable, ya que este es un patrón que se relaciona con el desarrollo del niño. Puede comenzar a los 4 o 6 años, y finalizara los 8.
Recuerda que no se debe quitar un diente que no esté listo para caerse. De hacerlo, la raíz queda expuesta a infecciones. Sin embargo, puedes animar a tu pequeño para que mueva suavemente con la lengua los que sienta flojos.
Esta etapa raramente es dolorosa, pero si tu hijo presenta algún malestar en el fondo de su boca, es posible que le estén brotando los molares. ¡Tranquila! No es algo por lo que debas preocuparte, un analgésico tópico bastará para aliviarlo.
Orden de caída
Los dientes de leche se desprenden por efecto del empuje del definitivo. Hasta que este no está preparado para salir, el antiguo no caerá. Normalmente, los dientes que salieron antes, son los primeros en caerse; y los últimos, son los segundos molares superiores.
Dentadura nueva
Es normal que sea algo amarillenta, ya que estás acostumbrada a ver una sonrisa totalmente blanca. Una de las razones por la que los dientes de leche son llamados así, es porque son muy claros; pero cuando se van, llegan los nuevos, que son más oscuros.
Desde este momento, los hábitos de higiene tienen que ser estrictos, y se debe cuidar mucho la alimentación, para evitar las caries.
Recomendaciones
– El cepillado es lo más importante en el aseo bucal. Sin embargo, hay otros consejos que puedes tomar en cuenta:
– Cambia su cepillo cada dos o tres meses, para reducir la proliferación de bacterias.
– Reduce el consumo de chucherías.
– Acostúmbralo a cepillarse después de cada comida, y antes de dormir.
– Haz que use hilo dental una o dos veces al día.
– Llévalo al odontólogo dos veces al año.
