Un día después de que los restos del pintor y escultor Fernando Botero aterrizaran en Colombia, se instaló la capilla ardiente que permanecerá tres días en el Capitolio Nacional, dentro del Congreso de la República en Bogotá.
El artista falleció en el principado de Mónaco el viernes de la semana pasada víctima de una pulmonía, que lo aquejó a sus 91 años. Ante las múltiples peticiones de homenajes, la familia de Botero decidió que sus restos fueran trasladados hasta Colombia —y estuvieran en Bogotá y Medellín— para luego regresar a Italia, donde será sepultado.
La llegada de los restos del Botero, pasadas las 10 de la mañana, se dio en medio de los honores militares del Batallón Guardia Presidencial. Estaban cubiertos por una bandera de Colombia y fueron cargados por nueve uniformados, a través de una calle de honor formada por los miembros del Batallón por todo el recorrido que hizo el féretro hasta ser instalado en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional.
Dos de los hijos del pintor acompañaban la comitiva, Fernando Botero Zea y Lina Botero, al igual que varios sobrinos y familiares del artista.
|| AP