|| Agencia AP
Rusia lanzó ayer ataques aéreos que cortaron los suministros de agua y electricidad a centenares de miles de ucranianos, como parte de lo que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, ha descrito como una campaña de Moscú para dejar al país sumido en el frío y la oscuridad, y que imposibilita las negociaciones de paz.
Zelenskyy aseguró que casi la tercera parte de las estaciones eléctricas ucranianas han sido destruidas en la última semana, “provocando apagones masivos en el país”.
“No queda espacio para las negociaciones con el régimen de Putin”, tuiteó el mandatario.
Privar a la gente de agua, electricidad y calefacción cuando el invierno empieza a sentirse, y el uso extendido de los llamados drones suicidas han abierto una nueva fase en la guerra de Ucrania. Los ataques parecen tratar de desgastar la notable resistencia que los ucranianos han mostrado en los casi ocho meses desde que comenzó la invasión de Moscú.