¿Qué es una nevada en el noreste de Ucrania? Un granito de arena en medio del Sáhara. Si a algo está habituada esta población es al rigor del invierno.
Un manto blanco dio los buenos días el viernes a los habitantes de Járkov y de otras regiones del país. Pero no es el mismo manto que otros años. Es un manto de miedo y de ansiedad.
Un país en el que, según su presidente, Volodímir Zelenski, 10 millones de personas no tienen acceso a la electricidad, los copos caen como metralla, como misiles, como perdigones de bombas de racimo que golpean indiscriminadamente a todo el que pilla por medio.
A 125 kilómetros al este de la ciudad de Járkov y a menos de 10 del frente de batalla, en este pueblo habitaban unas 1.000 personas hasta el comienzo de la ocupación rusa del 24 de febrero. Ahora apenas quedan 200.
Pese a que las hostilidades se han alejado, los proyectiles rusos siguen golpeando, al igual que en otras localidades de la zona.
La localidad no dispone de electricidad ni de agua ni de gas para caldear las viviendas. Muchos, viven sin cristales en las ventanas y con puertas, tejados o paredes dañados por los enfrentamientos.
EU
