El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel utiliza la música como “lenguaje universal” para tender puentes en “tiempos tan divisorios”.
“Los espacios artísticos y la música deben tender puentes en tiempos tan divisorios y complejos (…) Deben ser vistos como un lenguaje universal que invite a la reflexión, a la contemplación y al encuentro”, explicó el director de la Filarmónica de Los Ángeles.
La iniciativa “Canto en Resistencia”, que contará con música folclórica y obras sinfónicas de reconocidos compositores como Gabriela Ortiz, Arturo Márquez, Miguel Farías, Tania León o Roberto Sierra, pretende que el género de la canción protesta latinoamericana converja en otros espacios más academicistas.
Un homenaje a mujeres americanas defensoras de los derechos sociales, desde Violeta Parra a Susan B. Anthony, protagonizada por artistas que a menudo han alzado su voz contra las injusticias, como Lila Downs, Catalina García, Ely Guerra, Goyo, Ana Tijoux o Silvana Estrada.
“Crecí en una casa en la que se escuchaba salsa y de ahí llegué a estudiar violín, dirección y composición. Nací con esa identidad caribeña y de ahí mi interés por fomentar estos espacios de encuentro”, señaló Gustavo Dudamel, quien reconoció que llevar esta música al Walt Disney Concert Hall “siempre fue un objetivo”.
Para el que será el nuevo director de la Filarmónica de Nueva York a partir de 2026 se debe ver esta combinación de estilos como “algo natural” porque el contenido de la canción protesta es “tan rico en su mensaje como musicalmente”, producto de ritmos autóctonos de los pueblos donde se han escrito.
“Hay un poderosísimo mensaje reivindicativo de identidad global. A “Canto en Resistencia” vendrá gente que no tenga relación con la canción protesta, pero la conocerá y aportará a que tenga un futuro aún más amplio”, desgranó Gustavo Dudamel.
El ciclo, que está interpretado únicamente por mujeres, abre la puerta ahora a agrandar su legado en los próximos años, “incluso en Nueva York, aunque sea en otro contexto”, y se incorporen nuevos artistas.
En ese sentido, quien dirige la Filarmónica de Los Ángeles desde 2009 quiso resaltar que se ha ido creando un caldo de cultivo idóneo en algunos de los recintos más icónicos de la ciudad, incluido el Hollywood Bowl, para que la diversidad de géneros acabara por “romper barreras y ampliar fronteras”.
“Sí, Los Ángeles es un sitio que se presta a romper barreras y ampliar las fronteras, pero esto ha sido fruto de una evolución y de un camino trabajado”, aclaró.
En todos estos años al frente de la orquesta angelina, Gustavo Dudamel ya había colaborado con otros referentes de la canción protesta como el puertorriqueño René del grupo Calle 13 y surgieron otros proyectos donde se incorporó el góspel o el hip-hop, como el festival “Power to the People”.
Una historia nutrida de eventos consolidados como “Americas and Americans” o el programa “Pan-American New Music” que han contribuido a que la Filarmónica de Los Ángeles sea una de las orquestas más reputadas del país y han consagrado a Gustavo Dudamel como referente musical internacional.
De hecho, actualmente también se encuentran implicados en el Festival de California junto a la orquesta Sinfónica de San Francisco, dirigida por el finlandés Esa-Pekka Salonen, y la Sinfónica de San Diego, a cargo del también venezolano Rafael Payare.
Una muestra que reúne hasta el próximo 19 de noviembre a organizaciones y conjuntos de todo el estado de California, incluidas orquestas sinfónicas, grupos de música de cámara o conjuntos de jazz interpretando música nueva.
Desde ese equilibrio entre el respeto a lo clásico y la innovación sigue creando Gustavo Dudamel, que ya ha experimentado incluso con herramientas de inteligencia artificial en algunos de sus proyectos.
“El mundo de la música clásica se ha mantenido y se va a mantener. Seguiremos tocando Bach y Monteverdi. Lo importante con la inteligencia artificial es buscar maneras para que esta delicada realidad, que no podemos evitar, nos haga evolucionar y no involucionar”, concluyó el director venezolano.
Con información de El Diario 2001