|| Glenn Requena
***El profesional de la conducta humana destacó que hay niveles formales de comunicación que tienen altos tonos de agresividad en el discurso
Hay personas de distintos sectores que siguen a líderes comunicacionales, políticos, entre otros individuos, quienes con regularidad comparten mensajes despectivos, de odio y denigrantes hacia sus semejantes, por el simple hecho de no compartir opiniones e ideologías. Sin embargo, ¿Por qué ocurre esto?
Félix Torres, psicólogo clínico de Cuántico, explicó que los seres humanos son entidades sociales y parte integral de la existencia es la de poder desempeñarse dentro de una sociedad, pero para formar parte hacen uso de costumbres no propias.
“Si tenemos un grupo de personas que tiene la costumbre de ser despectiva, obscena y soez, se convierte en una norma del funcionamiento regular dentro de esa sociedad. Sobre todo, si eso viene desde el liderazgo”, comentó.
Recordó que en Venezuela se habla de la polarización desde hace años, por lo que hay sectores que manejan y lideran un discurso que impacta en quienes los siguen.
“Nos vamos a encontrar que hay agresividad, tanto en el discurso como la acción, y eso se ve reflejado en la gente también. Si en los niveles más formales de comunicación tenemos altísimos mensajes de agresividad en el discurso, obviamente en los menos formales los vamos a tener”, expresó el profesional de la salud mental.
EMOCIONES
El especialista puntualizó que el venezolano suele utilizar palabras con significados que hasta desconoce, pero se complejiza cuando lo que se dice va con el sentimiento del odio, a pesar de que todos los discursos tienen una carga afectiva.
“En este período de campaña la gente aborda mucho el tema de la sensibilidad. ¿En qué se basa una campaña política? En lo que tú no tienes y yo te puedo dar, pero también se basa en el tema de las injusticias, tú mereces esto y nunca lo has tenido”, detalló.
Indicó que se ha llegado a un punto en el que la emoción moviliza a las personas, quienes pueden trasmitir el odio por otros iguales sólo por no compartir sus ideologías.
“Esto puede convertirse hasta en algo socialmente aceptado. En las comunidades es lamentablemente que haya vecinos que no se traten, tratan de normalizarlo, cuando es sólo el sentimiento de un líder que ahora lo lleva a otra persona y lo expresa de esa forma. Es por eso que llegamos a la violencia política”, recalcó.
RECOMENDACIONES
Para no caer en los discursos de odio o repetir patrones de algunos líderes políticos, comunicacionales entre otros, Torres recomendó que la persona debe pensar en su bienestar y no impregnarse con “emociones ajenas”.
“Si se impregna de una emoción que uno no lleva, eso ya no es saludable. Si no tengo un motivo para estar molesto por algo, no puedo impregnarme de la molestia de otro y llevarlo a acciones agresivas. Cuando estemos diciendo algo hay que pensar si eso es lo que realmente creo”, enfatizó el psicólogo.
Aseguró que saber diferenciar entre una persona y sus acciones, ya que un ciudadano puede no estar de acuerdo con lo que hace un individuo, pero no es necesario odiarlo o buscarle un malestar. “Se nos hace muy fácil asociar a las personas con sus acciones”.
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