Rodolfo Gamarra/FotosRodolfoGamarra
Comerciantes y residentes de la avenida Bolívar y las calles Mariño y López Aveledo de Maracay, sumaron ayer más de 12 días sin el servicio de energía eléctrica, luego que falló un transformador que aún no ha sido reparado, ni sustituido por las autoridades competentes, a pesar de los constantes reclamos.
Según dueños y encargados de locales afectados, operan a menos de 25% de su capacidad. Tienen que recurrir a “plantas eléctricas costosas, contaminantes e insuficientes”, que apenas pueden mantener en funcionamiento una máquina a la vez. La falta de aires acondicionados obliga a clientes y empleados a usar abanicos para soportar el calor.
En la zona funciona la Unidad Educativa Agustiniana Madre María de San José, en honor a la primera beata de Venezuela, donde también están perjudicados por la situación que agrava el impacto de las altas temperaturas.
La hermana Amaví Rebolledo, directora de la institución, informó a El Periodiquito que seis, de los 13 salones de clases están a oscuras, lo que interrumpe el proceso educativo.
“Los estudiantes sufren golpes de calor y deben ser atendidos en centros asistenciales, mientras que los maestros y personal administrativo también enfrentan casos similares”.
La situación se agrava con la falta de respuesta de las autoridades. Los comerciantes y la dirección del colegio han hecho “llamados desesperados” a Corpoelec, sin recibir soluciones concretas.
La comunidad educativa y los negocios cercanos esperan que se resuelva el problema del transformador dañado, que lleva más de un año sin reparación, por lo que trabajaban con uno, que terminó por colapsar el pasado sábado 9 de marzo, lo que agudizó la situación.
Esta realidad no sólo afecta la salud y la educación, sino también la economía local. Los comerciantes, como Carmen de Farías, encargada de una panadería y Miguel López, gerente de una tienda fotográfica, coincidieron en que enfrentan pérdidas significativas y están limitados a cumplir con sus proveedores.
La dependencia de plantas eléctricas y el alto costo del gasoil agravan la situación, lo que reduce la producción y aumenta los gastos operativos.
Se reportan que otros sectores del centro de la ciudad se encuentran en la misma situación, como la calle Boyacá. La comunidad clama por atención y acciones inmediatas para restaurar el fluido eléctrico.
