La mandarina es una fruta no solo cautiva por su aroma, sino que es considerada una de las más completas, ya que su pulpa esta formada por numerosas vesículas que aporta vitaminas antioxidantes y grandes beneficios para el organismo.
Es el fruto del mandarino, árbol que pertenece a la familia de las Rutáceas, se le compara por sus características al naranjo.
Existen en todo el mundo más de 20 especies con frutos comestibles, suelen ser pequeñas y se destaca por tener dentro de sus componentes agua y poca azúcar, lo que las ha convertido en una fruta bien apreciada.
Variedades
Satsuma: Este grupo son originarios de Japón y se conocen por ser las más resistentes al frío. Se destaca por su gran tamaño, dura corteza y son por lo general de color verdoso-amarillo.
Se utilizan a nivel industrial para la fabricación de conservas en almíbar sus gajos y se usa como jugo natural. Las que más se destacan de este grupo son las owari, clausellina y okitsu wase.
Clementinas: Son las más populares y estas son las que se consumen como fruta y en jugo, tienen un tamaño pequeño, posee pocas semillas, son jugosas y de gran sabor.
Las más conocidas son fina, clemenrubi, oronules, clemenules, arrufatinas, marisol y la loretina.
Comunes: Son las de origen mediterráneo, su forma es redonda posee una piel fina y lisa de color naranja-amarillo. Al quitar la concha emana una dulce fragancia y posee gran jugo al igual que semillas.
Híbridos; Tal como su nombre lo indica se originas del resultado de cruzamiento entre especies. Esta variedad de suele tener la piel pegada a la pulpa. La más destacada de ellas es la ortanique, murcott y la nardorcott.
Cómo elegirla
Los cítricos, si son jugosos, deben ser pesados, por lo que elegiremos las mandarinas que tengan mayor peso respecto a su tamaño, lo cual es indicativo que están llenas de jugo.
Las de mayor calidad son las que tienen la piel blanda pero no arrugada y bien adherida a los gajos.
El pedúnculo debe estar cortado a ras y el mejor indicativo de su calidad no es tanto el color de la cáscara, sino su olor, más dulce e intenso cuanto más madura está la fruta.
En la cocina
Es una de las frutas más fáciles de pelar, suele comerse gajo a gajo. Si embargo hay algunos que las utilizan en jugos, en almíbar, mermeladas, tortas, gelatinas e incluso para marinar un pollo.
Otros aprovechan las cascara para rallar y darle sabor a los cupcakes o tortas. Los chef y pasteleros pueden usar la piel de la mandarina confitada.
Para la piel
Tomar jugo de mandarina hace que la piel brille y mejore el tono de la piel. También protege la piel de los rayos UVA y ayudan para resistir el daño causado por el sol y los radicales libres. Reduce los signos del envejecimiento como las arrugas, líneas finas y manchas.
El aceite de mandarina
Es útil en el crecimiento de nuevas células y tejidos. Esto ayuda en la curación de las heridas más rápido.
Para el cabello
Al ser rica en vitamina E y B12 puede ayudar a inducir en el crecimiento del cabello y a minimizar el encanecimiento de su cabello.
Puede aplicar tópicamente jugo de mandarina para el cabello y enjuagar luego. Esto le dará brillo y soltura en el pelo. Asegúrese de aplicar el jugo sólo después de añadirlo a su aceite en el cabello.
Con información de Diario 2001
