Enfermarse en Venezuela significa enfrentar la muerte, debido a que “98% de los hospitales está virtualmente cerrado, con pabellones inoperativos, laboratorios sin reactivos, sin medicinas, ni agua”, alertó ayer Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV).
El galeno presentó un diagnóstico de la red asistencial del país conformada por 301 hospitales e indicó que esos centros de salud presentan: 80% pabellones inoperativos, 97% laboratorios sin reactivos, 90% camas inoperativas, 83% sin agua y 90% carece de plantas eléctricas de emergencia.
“En los hospitales los médicos realizan sus labores, pero sin medicinas, insumos, ni equipos de trabajo. No hay ascensores, ni camillas, tampoco ambulancias y la infraestructura está deteriorada desde hace muchos años”, declaró León Natera.
Citó el caso del hospital Miguel Pérez Carreño en Caracas, uno de los más importantes del país, donde “los pacientes para ser atendidos, sus familiares tienen que comprar y llevar todos los insumos y medicamentos”.
En igual situación se encuentra el Periférico de Catia y el Hospital de Los Magallanes de Catia, en la parroquia Sucre del municipio Libertador.
Refirió que en el Hospital Luis Ortega (HLO) de Porlamar, el área de terapia intensiva tiene más de cuatro años cerrada y con un déficit de personal médico de 60%, de acuerdo con un reporte del Colegio Médico de Nueva Esparta.
“La Federación Médica Venezolana exige al gobierno declarar la emergencia hospitalaria y con urgencia iniciar un plan de recuperación y dotación en infraestructura, insumos, medicinas, equipos quirúrgicos, rayos X y de laboratorios”, insistió.
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