La fiscalía antidopaje de Italia pidió el día de ayer el máximo de cuatro años de suspensión para el volante de la Juventus Paul Pogba luego que el campeón mundial francés dio positivo por testosterona.
Pogba no alcanzó un acuerdo para aceptar un castigo con la agencia antidopaje de Italia, por lo que su caso tendrá que ir a juicio.
La carrera deportiva del futbolista de 30 años podría acabar prematuramente de confirmarse la sanción de cuatro años.
Los castigos de cuatro años son los habituales bajo el Código Mundial Antidopaje, pero se pueden reducir si el deportista demuestra que el dopaje no fue intencional, si el positivo fue el resultado de contaminación o si ofrece “colaboración sustancial” a los investigadores.
El positivo de Pogba fue anunciado en septiembre a raíz de un control realizado tras un partido de la Juventus en Udinese el 20 de agosto. Pogba no disputó el encuentro de la Serie A pero estaba en la banca de suplentes.
Pogba no se ha pronunciado públicamente sobre el caso.
“En un aspecto humano, lo lamento por Paul”, dijo el técnico de Juventus Massimiliano Allegri en octubre.
El caso de dopaje es otra nota negativa para un jugador que ha padecido lesiones desde que regresó a la Juventus procedente del Manchester United en julio del año pasado. No pudo ir a la Copa Mundial por culpa de una lesión en la rodilla, perdiéndose la marcha de Francia a la final. Apenas pudo disputar seis partidos con la Juventus en la Serie A la pasada temporada y dos en la actual.
También está una investigación en Francia por denuncias de Pogba fue la víctima de extorsionista, entre ellos su hermano mayor, Mathias, quien ha negado haber cometido un delito.
