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martes 30, abril 2024

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Sistema inmune estable genera una vida sana

El sistema inmunitario es definido por la ciencia médica como una compleja red de células, tejidos, órganos y de las sustancias que estos producen, destinada a ayudar al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades.

Para ampliar este tema, la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez compartió una serie de acciones que permiten adquirir hábitos saludables para proteger el sistema inmunitario y potenciar una mejor calidad de vida, en la infancia y la vejez.

Desde su cuenta en la red social X, explicó: “Uno de los componentes del organismo que nos interesa mantener en “perfecto estado de revista” es el sistema inmunitario. Se trata de un sistema complejo, formado por muchos tipos diferentes de células que actúan de forma coordinada entre sí y que están repartidas por diferentes lugares de nuestro organismo”.

En ese sentido, mencionó que cuando los patógenos atacan o hay una alteración imprevista, “las células del sistema inmunitario se ponen en marcha y organizan la respuesta para acabar con el agente responsable del daño”.

Para atender la salud integral y resguardar el sistema inmunitario, la Ministra presentó nueve consejos que compartimos íntegramente, a continuación:

HIDRATACIÓN ADECUADA

El 70 % de nuestro peso corporal es agua. Es un componente esencial para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, de todos los órganos en general.

En el caso concreto del sistema inmune, se combinan varios factores. Por un lado, el agua es esencial para que circulen correctamente los componentes del sistema inmune y los nutrientes que necesitan para funcionar. Por otro, se ha demostrado que estados de baja hidratación nos hacen más vulnerables a los gérmenes. Sin ir más lejos, en el caso concreto de la covid-19, hay estudios que demuestran que con las células poco hidratadas semanas antes de la exposición al virus se producen cambios en las células pulmonares que favorecen la infección.

ALIMENTACIÓN SANA Y EQUILIBRADA, CON POCA SAL

La dieta debe ser variada, comer de todo en su justa medida. El consumo de legumbres, verduras y frutas, especialmente los cítricos, es muy importante para cuidar el sistema inmunitario. Si ir más lejos, se ha demostrado que el consumo habitual de frutas cítricas reduce la inflamación.

Además, existen evidencias de que tanto el excesivo consumo de sal como una dieta rica en grasas y alimentos ultraprocesados debilitan al sistema inmune.

Por el contrario, se ve reforzado si la dieta es rica en vegetales verdes que contribuyen a la microbiota y la absorción de Magnesio, Zinc, Selenio y Vitaminas C, D o E.

Se ha demostrado que existe una estrecha relación entre la dieta, la microbiota intestinal, la salud mental y el correcto funcionamiento del sistema inmune.

SUEÑO REPARADOR

Dormir lo suficiente es indispensable para gozar de buena salud. Sin embargo, los problemas del sueño están a la orden del día en la sociedad actual. La ansiedad y la prisa permanente afectan a la capacidad de dormir de la forma que necesitan tanto nuestro cuerpo como nuestro sistema inmunitario.

Por si fuera poco, dormir las horas necesarias (de 7 a 8 horas) influye en el correcto funcionamiento del ritmo circadiano (períodos de luz y oscuridad) y con ello en la acción de algunas hormonas como la melatonina, que a su vez es muy importante para el funcionamiento de los glóbulos blancos, células esenciales del sistema inmunitario.

ACTIVIDAD FÍSICA

Ni la edad, ni la condición física, ni siquiera la falta de tiempo pueden servir de excusa para dejar de practicar ejercicio. Según la OMS basta con 150 minutos de actividad aeróbica a la semana para tener una salud de hierro.

La práctica de ejercicio está relacionada con la liberación de determinadas endorfinas beneficiosas para el sistema inmunitario, que movilizan a las células inmunes y mantienen a raya la inflamación. Además, el movimiento estimula la producción tanto de células óseas como de células del sistema inmune.

HIGIENE

La higiene es otra medida fundamental, empezando por la de las manos (en el foco desde la pandemia) y la salud bucodental. Tan importante como lavarse a conciencia es secarse, ya que de lo contrario la piel se queda húmeda y fomenta el crecimiento de hongos y otros microbios.

Desde el punto de vista del sistema inmune, el debate gira en torno a si el exceso de higiene en los primeros años de vida resulta contraproducente al impedir el funcionamiento óptimo del sistema inmune para su maduración, aumentando de esta forma la aparición de enfermedades autoinmunes y alergias.

VACUNACIÓN

En cierto modo, la vacunación se puede definir como el “aprendizaje” al que sometemos a las células del sistema inmunitario para que estén preparadas cuando llegue una infección y sepan cómo enfrentarse a ella. Esto es particularmente importante en infecciones que pueden producirnos enfermedades graves.

La vacunación es más frecuente en la edad infantil, porque en este periodo nuestro sistema inmunitario es más inmaduro y necesita aprender. Pero también es muy importante en las personas mayores o vulnerables. La edad es un factor fundamental en el funcionamiento de nuestro sistema inmunitario.

OPTIMISMO Y NATURALEZA

El concepto de salud global de la OMS incluye la importancia de la salud mental y emocional para la salud física de nuestro organismo. Por lo tanto, también es un punto importante a tener en cuenta. Mientras que el cortisol que liberamos en situaciones estresantes amordaza al sistema inmune, hay evidencias de que estar de buen humor lo estimula. A veces basta dar un paseo por la naturaleza o escuchar música que nos pone de buen humor para reforzar nuestras defensas.

El contacto con la naturaleza y convivir en un ecosistema sano y en equilibrio favorece el estado de salud de los animales, plantas y las personas. Los colores de la diversidad natural y los sonidos de mundo natural generan armonía y un estado bienestar favorable.

TENER UN PROPÓSTO EN LA VIDA NOS AYUDA A VIVIR MÁS TIEMPO

Un equipo de investigadores de las universidades de Carleton (Canadá) y Rochester Medical Center (Nueva York) han resuelto que tener un propósito en la vida está asociado a un menor riesgo de mortalidad. La revista Psychological Science, apuntan a que “el hecho de que la búsqueda de una dirección en la vida, y el establecimiento de objetivos generales de lo que se quiere lograr en realidad puede ayudar a vivir más tiempo, independientemente del momento en que encuentre su propósito”, afirma Patrick Hill, coautor del estudio.

Los investigadores señalan que tener un objetivo en la vida puede animar a las personas a seguir un estilo de vida más saludable y a ser más positivos, con esperanzas y disposición, elementos que podrían aumentar la longevidad.

El baile, la danza, pintar, disfrutar de una buena lectura, de la música y la compañía en los adultos mayores también contribuye al sistema inmune y la longevidad.

ADIÓS A LOS HÁBITOS NOCIVOS

Finalmente también hay que evitar los malos hábitos que dañan nuestra salud. El abuso del alcohol es demostradamente dañino. Por otro lado, existen evidencias de que las personas fumadoras tienen más infecciones y son más graves.

La ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, expresó que un indicador de un sistema inmunitario debilitado “puede ser la aparición de infecciones de forma continuada. En este caso debemos revisar los puntos anteriormente descritos e intentar mejorar nuestros hábitos”.

Agregó que “si el problema persiste, lo mejor siempre es consultar a nuestro médico para que nos haga un estudio más detallado y seguir sus recomendaciones”.

Con información de Últimas Noticias

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